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El olivar

En el corazón del Valle de Olimpia, cuna del Olimpismo, se encuentran olivares tradicionales, testigos de un patrimonio cultural y natural inestimable. Estos árboles centenarios, nutridos por las aguas de los ríos Alfeo y Kladeos, florecen en un clima mediterráneo ideal, ofreciendo aceitunas de una calidad excepcional. Las prácticas agrícolas, transmitidas de generación en generación, respetan la autenticidad y pureza de este tesoro natural. Variedades locales como "Koroneiki" y "Kolireiki" o incluso "Olympia" (Nemoutiana), recientemente redescubierta y salvada, se cultivan con mimo para producir un aceite de oliva virgen extra con un sabor incomparable. Cada aceituna se recoge a mano para preservar la integridad del árbol y encarnar el compromiso con la excelencia y el desarrollo sostenible.

 ¿No sería el aceite de oliva de Olimpia uno de los mejores testigos de nuestro patrimonio universal?

Ad Olivetum IGP Olimpia

  • En nariz, este AOVE de cosecha temprana se presenta con notas de tomate verde, manzana verde temprana y ciruela verde. En boca su entrada es fresca y muy dulce, seguida de un sutil amargor, que muy rápidamente se transforma en un picante de pimienta rosa (agradable quemado) con un toque final de escarola.

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